Gourmet Experience en las alturas de Madrid
- eatingoutinstagram
- 7 sept 2021
- 4 Min. de lectura
Hace unos días tuve la oportunidad de visitar Okasan, el espacio con el que Julián Mármol nos sorprende en el espacio Gourmet Experience de El Corte Inglés de Gran Vía. Me sedujo la excepcional propuesta gastronómica de corte nipón a precios muy asequibles. La versión más informal de Yugo The Bunker acerca la magia culinaria de Mármol al gran público.
Para los que no le conozcáis el chef Julián Mármol es el creador de Yugo The Bunker, un restaurante galardonado con una ESTRELLA MICHELIN desde 2019. Este restaurante ofrece una experiencia inigualable. Julián es un apasionado por la alta gastronomía japonesa y su restaurante cuenta con dos zonas diferenciadas: una tradicional taberna Izakaya en la parte superior y la perfecta recreación de un búnker japonés de la II Guerra Mundial escaleras abajo. Dos formas diferentes de disfrutar de la exclusiva experiencia Yugo.
Okasan es su versión más asequible ya que mientras que los menús de Yugo tienen un precio de 135€ y 175€, en el restaurante Okasan el precio medio de una cena es de 25-30€ por persona. La verdad que es una gran oportunidad para acercarse a la increíble cocina de este increíble chef.
El local, situado en una preciosa azotea donde disfrutar de unas maravillosas vistas de Madrid, está bautizado bajo el nombre de Okasan, un término japonés que significa mamá; ya que con este restaurante el chef ha querido rendir homenaje a su madre y agradecerle el hecho de haberle traído al mundo.
Un hombre que hace años arriesgó todo, apostando por un sueño y dejando atrás su carrera profesional, vinculada al sector automovilístico, se lanzó a la aventura de probar suerte en el complicado panorama gastronómico. Un trabajador incansable, inconformista y ambicioso. Con Okasan, ha querido acercar el sushi de autor al gran público, democratizando su arte culinario convirtiéndolo en un capricho al
alcance de todos.
Entre los platos más característicos de Okasan destacan sus sensacionales nigiris. De atún, salmón y pez mantequilla que constituyen una auténtica oda al producto y plasman la excelencia gastronómica de su artífice. un plato delicioso debido a la gran frescura de los ingredientes. Es un plato que puede parecer simple ya que a primera vista es arroz cubierto con una fina rebanada de pescado o gamba pero para que este plato esté rico y marque la diferencia la materia prima tiene que ser excepciona, como es el caso. Además uno de los nigiris venia con un toque de trufa que lo hacía aún más delicioso (cada vez vemos más este ingrediente incorporado en los platos en diferentes restaurantes y a mí personalmente es algo que nunca me cansa).
También probé los dos baos de la carta, dos baos bastante diferentes de a lo que estamos acostumbrados. Rellenos de un abundante interior, que juega equilibradamente con sus ingredientes, nos conquistan con sabrosas combinaciones como el bao de calamares con salsa de ajo, perejil y cebollino o el de wagyu con cebolla caramelizada, rúcula, queso trufado, mayonesa spicy, salsa teriyaki y escamas de sal. Sinceramente no se cuál de los dos me gustó más ya que eran completamente diferentes y compararlos no tendría ningún sentido. Si puedo destacar que los dos baos eran muy grandes y no escatimaban en relleno ni en materia prima.
Además, no pueden faltar las espectaculares gyozas de rabo de toro. Una maravillosa explosión de sabor en boca que cautiva desde el primer momento. Soy una fan del rabo de toro y combinarlo con las gyozas me pareció un acierto ya que suele ser un plato pesado pero que al combinarlo con las gyozas y hacer que se pueda comer de un bocado lo hace perfecto. Para los amantes de los rolls, Okasan ofrece una amplia variedad donde destaca el innovador ceviche roll. Una verdadera sorpresa ya que no había probado nunca un roll con esté relleno. Tiene un sabroso interior a base de zanahoria crujiente (en tempura) y aguacate, además de un riquísimo exterior elaborado con hamachi (el “pez de cola amarilla”, un pescado que forma parte de la gastronomía japonesa desde hace siglos y que no es fácil de ver en nuestro país), picadillo de jalapeño, tomate, cilantro, cebolla y salsa ponzu. Pero por raro que parezca debido a su sencillez, el plato que más me gustó y enamoró fue el Yakisoba con Pollo Crujiente. Soy una fan incondicional del yakisoba y este plato fue el más especial que he probado nunca. Viene una base de fideos finos salteado con verduras variada, setas, salsa yakisoba y salsa teriyaki y tienen una textura súper suave, además la combinación de las salsas hace que parezca que están glaseados, es una experiencia increíble. Además vienen con pollo crujiente encima perfectamente colocado, un pollo que parece que está rebozado en panko y que es tan fino y tan crujiente que no parece ni pollo (sinceramente pensé que estaba comiendo pato). El pollo también está cubierto por una salsa deliciosa que tenéis que probar. De verdad, se que puede parecer que hay cosas más interesantes que este plato en la carta (y hay cosas muy especiales e interesantes) pero este plato vale mucho la pena y pasa muy desapercibido.
Lo que también me sorprendió mucho fue la gran variedad de platos de la carta ya que este tipo de locales suelen tener una carta más bien corta, pero no es el caso, este es un restaurante al que ir y volver muchas veces para ir probando cosas diferentes en cada visita. Recomiendo mucho disfrutar de la experiencia gourmet que ofrece esta planta planta del Corte Inglés y disfrutarla completamente con una cena en el Okasan y unos cócteles en el puestecito de al lado.

















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