La pizzeria Filippo

Hace unos días fui a probar las famosas pizzas de Filippo, en C. del Conde de Peñalver, 66, (en pleno barrio de Salamanca) ya que me habían hablado maravillas de sus pizzas (se dice que son las mejores pizzas Romanas de la ciudad!). Además me llamó muchísimo la atención su preciosa terraza, una terraza con mesas de madera y suelo de césped artificial, un restaurante en toda regla en la acera del propio local. La terraza se sitúa en la acera pero tienen una parte cubierta perfecta para el invierno y otra descubierta; además de genial decorada con luces y flores y unas mesas de verdad, nada de mesas de plástico, que es lo que máss me gustó.

No soy nada fan de las pizzas estilo napolitano, que son las típicas pizzas con masas finas y nada crujientes que necesitan muchas veces ser comidas con cubiertos porque no se mantienen los trozos. Además son pizzas con pocos ingredientes y ingredientes básicos. Como ya he dicho en otras ocasiones prefiero las masas finas pero crujientes y pizzas con ingredientes distintos y abundantes. Así que cuando leí que este restaurante hacía pizzas estilo Romano con masas fermentadas durante cuarenta y ocho horas no me pude resistir a probarlas.

En Filippo nos encontramos con pizzas con una masa que no había probado nunca, casi parecía como frita (casi, no os preocupéis), como si fuese de focaccia. Cosa que me gustó mucho, una masa crujiente, que se mantenía, con mucho sabor y brillo. Por otra parte no era una masa muy fina ya que al llevar muchos ingredientes tiene que ser lo suficiente contundente como para soportarlos, pero no era muy pesada al estar bastante aireada, el equilibrio perfecto.

En cuanto a los ingredientes, pedí una pizza Carbonara que viene con mozzarella, doble de bacon, Pecorino y yema de huevo y otra pizza Popeye con espinacas, burrata, granna padano y mozzarella. La calidad de los ingredientes era genial y la cantidad muy abundante, son pizzas contundentes con mucha cantidad de ingredientes y bastante grandes, así que recomiendo partir una pizza entre dos personas si pensáis pedir entrantes; aunque aún recomiendo más el pedir dos pizzas para dos personas y no pedir entrantes ya que la especialidad de la casa son las pizzas.

Yo pedí un carpaccio de entrante y la verdad es que me decepcionó un poco, aunque el plato era abundante y venía con ensalada, queso, aceitunas, picos y una salsita; el sabor del carpaccio en si no era muy potente, no me gustó mucho sinceramente. Quizás tendría que haber pedido la burratina ya que es el plato que todo el mundo recomienda de este restaurante pero soy demasiado fan del carpaccio como para no pedirlo si lo veo en carta.

Finalmente en cuanto a los postres quería pedir un cheesecake de oreo o un tiramisú pero no los tenían disponibles así que me decidí por un cheesecake de dulce de leche. Viene servido en un vasito que lo hace súper como de comer; además era súper esponjoso y suave, estaba delicioso. Sin duda repetiría o pediría otros postres distintos por ver si todos están tan ricos como este.

Definitivamente un local que te transporta los sabores de Roma sin salir de la ciudad, ¿a que esperas para dejar viajar a tu paladar?